Ultraviolencia (2023) dirigida por Marco Velez Esquivia y producida por Alejandro Zapata y Dos Cuartos Producciones nos cuenta la historia de un montajista recibe una propuesta de editar una nueva película sin saber que se va a obsesionar tanto con el proyecto que hará lo que sea, con tal de salvar a la protagonista de su muerte en la historia.
La solución para el diseño de la identidad de este largometraje se logró al representar la idea de que se trata de una película dentro de otra película: una predecible y que obsesiona el montajista, y otra que es la que ve el espectador real. Para esto se diseñaron dos carteles, el primero siendo el cartel de la película interna con toques tradicionales de cartelismo de drama violento rayando en el cliché y otro donde tipográficamente se hacemos el juego de estar internándonos cada vez más adentro en la trama; y la repetición del título y sus fragmentos que quedan atrás también nos recuerda las interfaces de montaje cinematográfico, pequeños elementos unos junto a otros con miles cortes. Todo esto mezclado en un solo cartel que con violencia pura se arranca el uno al otro.